Descubre el vino Vega del Cega Valdepeñas, un tinto con sabor y tradición

¿Te gustan los vinos tintos con personalidad y sabor? Entonces te encantará el vino Vega del Cega Valdepeñas, un vino que te conquistará por su calidad y su historia. Se trata de un vino que pertenece a la Denominación de Origen Valdepeñas, una de las más antiguas y prestigiosas de España. El vino se elabora con las variedades tempranillo y garnacha, dos uvas que se adaptan perfectamente al clima continental y a los suelos calizos de la región. El vino tiene una crianza de 6 meses en barrica de roble americano, que le aporta complejidad y elegancia.

La historia del vino Vega del Cega Valdepeñas

El vino Vega del Cega Valdepeñas tiene su origen en la zona sur de la provincia de Ciudad Real, en el corazón de Castilla-La Mancha. El nombre del vino hace referencia al río Cega, que atraviesa la zona y que es un afluente del Duero. El vino se elabora con las variedades tempranillo y garnacha, dos uvas que se cultivan desde hace siglos en la región y que dan lugar a vinos con cuerpo, color y aroma. El vino tiene una crianza de 6 meses en barrica de roble americano, que le confiere notas de vainilla, coco y especias.

Cómo servir y maridar el vino Vega del Cega Valdepeñas

Para disfrutar al máximo del vino Vega del Cega Valdepeñas, te recomiendo que lo sirvas a una temperatura de unos 18 grados y que lo acompañes con platos de caza, embutidos, quesos o guisos. Yo tuve la oportunidad de probarlo hace unos días con un plato de jabalí estofado con patatas y setas y quedé encantado con la experiencia. Al descorchar la botella, pude apreciar el color rojo cereza intenso del vino, con reflejos violáceos. Al acercar la copa a la nariz, percibí unos aromas frutales de moras, ciruelas y grosellas, con un toque de vainilla y pimienta. Al probarlo, me sorprendió su sabor potente y equilibrado, con una buena acidez y unos taninos suaves. El vino tenía una buena estructura, un cuerpo medio y un final persistente.

Una curiosidad sobre el vino Vega del Cega Valdepeñas

Mientras disfrutaba del vino y de la comida, recordé una curiosidad que me contó un amigo que había visitado la bodega Vega del Cega. Me dijo que allí le habían enseñado el proceso de elaboración del vino Vega del Cega Valdepeñas, desde la vendimia manual hasta el embotellado y el etiquetado. Lo que más le llamó la atención fue que cada botella llevaba una etiqueta con el nombre del vino y el año de cosecha. Me dijo que le pareció una forma muy sencilla y elegante de presentar el vino.

Dónde comprar el vino Vega del Cega Valdepeñas

Si quieres comprar el vino Vega del Cega Valdepeñas o saber más sobre él o sobre la bodega Vega del Cega, puedes visitar su página web o seguirlos en sus redes sociales. También puedes comprar el vino online o en tu tienda especializada más cercana. No te pierdas esta oportunidad de disfrutar de uno de los mejores vinos tintos de España.

Conclusión

Vega del Cega Valdepeñas es un vino que refleja el carácter y la tradición de su tierra, con una calidad excepcional y una expresión única. Sin duda, un vino para repetir y para recomendar a todos los amantes del buen vino.

Santiago Roma Albariño: un vino con carácter atlántico

¿Te gustan los vinos blancos con personalidad, que expresan el terroir y la tradición de sus creadores? Entonces tienes que probar Santiago Roma Albariño, un vino elaborado por una bodega familiar en el valle del Salnés, en la D.O. Rías Baixas.

Santiago Roma Albariño: un vino de autor

Santiago Roma Albariño es un vino de autor, que se produce con uvas 100% albariño, la variedad más emblemática de Galicia. Estas uvas provienen de viñedos propios, cultivados de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

El proceso de elaboración de Santiago Roma Albariño es artesanal y natural, sin aditivos ni filtraciones. El vino se fermenta con levaduras autóctonas y se cría sobre sus lías durante 6 meses. El resultado es un vino con carácter, fresco y equilibrado, que refleja el clima y el suelo de la zona.

Características y maridaje de Santiago Roma Albariño

Santiago Roma Albariño tiene un color amarillo pajizo con reflejos verdosos, con aromas a frutas blancas, cítricos, flores y hierbas. En boca es seco, frutal y mineral, con una acidez bien integrada y un final largo y persistente. Es un vino ideal para acompañar pescados, mariscos, arroces y ensaladas.

Santiago Roma Albariño: una historia de familia y amor por el vino

Pero Santiago Roma Albariño no es solo un vino, sino también una historia de familia y amor por el vino. Santiago Roma es el enólogo y fundador de la bodega que lleva su nombre, un proyecto personal que inició en 2005 tras una larga trayectoria profesional en importantes bodegas gallegas.

Santiago Roma proviene de una familia con una gran tradición vitivinícola en el Salnés, donde ha crecido rodeado de viñas y ha aprendido el oficio desde niño. Su filosofía se basa en el respeto por el medio ambiente, el trabajo artesanal y la búsqueda constante de la calidad.

Reconocimientos y opiniones sobre Santiago Roma Albariño

Santiago Roma Albariño ha recibido excelentes críticas y puntuaciones por parte de expertos y revistas especializadas. Por ejemplo, la Guía Peñín le otorgó 90 puntos a la cosecha 2019 y destacó su expresión frutal, su equilibrio y su persistencia. También resaltó su frescura, su elegancia y su tipicidad.

Si quieres disfrutar de este vino con carácter atlántico, puedes comprarlo directamente en la página web de la bodega1 o en tiendas especializadas. Pero date prisa, porque la producción es limitada y se agota rápido. No te pierdas la oportunidad de probar Santiago Roma Albariño, un vino que te sorprenderá y te conquistará.

Cómo organizar una cata comida con Santiago Roma Albariño

Y si quieres vivir una experiencia más completa, te recomiendo que organices una cata comida con tus amigos o familiares. Eso fue lo que hice yo hace unos días, cuando encontré una botella de Santiago Roma Albariño de una añada antigua

Cata de Santiago Roma Albariño 2010

El otro día tuve la suerte de encontrar una botella de Santiago Roma Albariño 2010 en la bodega de mi casa. Se trata de una añada antigua de este vino blanco de la D.O. Rías Baixas, elaborado por el enólogo Santiago Roma con uvas 100% albariño. Decidí abrir la botella y probar el vino, y me llevé una grata sorpresa. A pesar de los años, el vino conservaba toda su personalidad y frescura, y mostraba una gran complejidad y elegancia.

Fase visual

Al servir el vino en la copa, observé que tenía un color amarillo dorado con reflejos verdosos, brillante, aunque algo tostado por los años. El vino tenía una buena lágrima, que indicaba su buena estructura y graduación alcohólica.

Fase olfativa

Al acercar la copa a la nariz, percibí unos aromas intensos y complejos, que combinaban frutas maduras , cítricos y flores blancas , hierbas aromáticas , notas minerales y toques tostados . El vino tenía una gran expresión varietal y terroir.

Fase gustativa

Al llevar el vino a la boca, sentí una sensación seca, frutal y mineral, con una acidez bien integrada y un cuerpo medio. El vino era muy equilibrado y armonioso, con un paso suave y untuoso. El final era largo y persistente, con un retrogusto a frutas maduras, cítricos y tostados.

Conclusión

Santiago Roma Albariño 2010 es un vino blanco de gran calidad, que ha sabido envejecer con elegancia y mantener toda su frescura y carácter. Es un vino que refleja el trabajo artesanal y la pasión de su creador, así como el clima y el suelo de la zona donde se cultiva la uva albariño. Es un vino ideal para acompañar pescados, mariscos, arroces y ensaladas. Lo recomiendo a todos los amantes del buen vino blanco.

El viaje del vino Dinastía vivanco Crianza

Érase una vez un vino llamado Dinastía vivanco Crianza, que nació en la tierra de Rioja, en unos viñedos de entre 15 y 20 años de edad, donde crecían las uvas Tempranillo, Graciano y Maturana Tinta. El suelo donde se alimentaban era arcillo-ferroso, lo que les daba un carácter especial.

Un día, cuando las uvas estaban maduras y dulces, llegaron unos vendimiadores que las recogieron con cuidado y las llevaron a una bodega llamada Dinastía Vivanco. Allí las estrujaron y las mezclaron con agua caliente para extraer el azúcar. Luego las hirvieron con unas flores llamadas lúpulo, que les dieron amargor y aroma. Después las dejaron reposar con unas levaduras, que transformaron el azúcar en alcohol y gas. Así nació el mosto, el jugo del vino.

Pero el mosto aún tenía que madurar para convertirse en vino. Por eso lo metieron en unos toneles de madera de roble francés y americano, donde pasó 16 meses. En ese tiempo, el mosto cambió de color, de sabor y de olor. Se volvió ámbar oscuro, amargo y seco, con notas de malta tostada y lúpulo floral. También se hizo más fuerte, con un 6,4% de alcohol. Así se convirtió en vino Dinastía vivanco Crianza.

Pero el vino aún tenía que viajar para llegar a los paladares de los amantes del buen beber. Por eso lo embotellaron y lo etiquetaron con una imagen de un cuadro de Joan Miró, que reflejaba la frescura, la modernidad y la versatilidad del vino. Luego lo metieron en unas cajas y lo cargaron en unos camiones, que lo llevaron por carreteras y autopistas hasta los almacenes y las tiendas.

Allí lo compraron muchas personas que querían disfrutar de una bebida natural, saludable y deliciosa. Lo llevaron a sus casas, a sus restaurantes, a sus bares. Lo abrieron con cuidado y lo sirvieron en unas copas anchas y altas. Lo vertieron lentamente, formando una capa de espuma cremosa y consistente. Lo olieron con deleite, apreciando su aroma intenso y equilibrado. Lo saborearon con placer, sintiendo su sabor amargo y seco, con notas de malta tostada y lúpulo floral. Lo acompañaron con comidas picantes, carnes asadas, ahumadas o a la brasa, quesos curados o embutidos. Lo compartieron con amigos, con familiares, con parejas. Lo brindaron por la vida, por el amor, por la felicidad.

Así fue el viaje del vino Dinastía vivanco Crianza, desde la viña hasta la copa. Un viaje lleno de aventuras, de transformaciones, de sensaciones. Un viaje que aún no ha terminado, porque cada vez que alguien abre una botella de este vino, empieza una nueva historia.

Atardecer Roble Ribera del Duero: un vino de diario por su calidad y su precio

El otro día, unos amigos me invitaron a una cata y una cena en su casa. Me dijeron que habían comprado un vino tinto que les había parecido bueno por su calidad y su precio y que querían compartirlo conmigo. Se trataba del Atardecer Roble Ribera del Duero, un vino que se puede encontrar en los supermercados Mercadona por solo 3,50 euros. Me pareció una propuesta interesante y acepté con curiosidad.

Cuando llegué a su casa, me recibieron con una copa de este vino y me contaron que lo elaboraba Bodegas Vilano, una de las bodegas más antiguas y prestigiosas de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Me explicaron que era un vino monovarietal de Tempranillo, la uva más emblemática de esta zona vinícola, y que tenía una crianza de tres meses en barricas de roble francés.

Lo primero que me llamó la atención fue su color rojo cereza con tonos violáceos, que mostraba su juventud y su intensidad. Al acercar la copa a la nariz, percibí aromas de fruta roja madura, como grosellas y moras, con unos toques de vainilla y regaliz procedentes de la madera. También noté notas balsámicas y herbáceas que le daban frescura y complejidad.

Al dar el primer sorbo, no me entusiasmó su sabor frutal y fresco, con una acidez algo alta y unos taninos algo secos. Es un vino ligero y fácil de beber, pero sin mucha personalidad ni carácter. Tiene un paso correcto y un final corto y discreto. Me pareció un vino correcto para el día a día, pero sin nada que lo hiciera destacar.

Mis amigos habían preparado unos platos para maridar el vino. Empezamos con unos quesos semicurados o curados, como manchego, idiazábal o gouda, que resaltaban los matices de la madera. Luego seguimos con unas carnes rojas a la brasa , como solomillo y entrecot , que contrastaban con el cuerpo y la estructura del vino. Los platos estaban deliciosos y se notaba el esfuerzo de mis amigos por hacer una buena cena.

La verdad es que fue una experiencia genial no acompañada por el vino. Eso si, pasamos un buen rato con la compañía de mis amigos. Charlamos, reímos y nos contamos nuestras cosas. Me pareció que el Atardecer Roble Ribera del Duero era un vino que ofrecía una calidad aceptable a un precio muy barato y que además no me sorprendía por su sabor frutal y fresco. Sin duda, no es un vino que repetiría.

Lo más divertido de la noche fue cuando uno de mis amigos se levantó para ir al baño y se tropezó con el mantel, tirando al suelo toda la botella de vino. Fue un momento cómico que nos hizo reír a todos. Menos mal que el vino no era muy caro. Aunque nos quedamos sin probar otra copa... En resumen un vino correcto y sin pretensiones con un precio muy adecuado y para el día a día. Si tienes una cena con amigos ... quizás me decantaría por otro tipo de vinos. Salud¡¡¡

Albariño Castiñeira: un vino blanco de calidad y tradición

Si te gusta el vino blanco y quieres disfrutar de una denominación de origen con prestigio y personalidad, te interesará conocer el Albariño Castiñeira. Se trata de un producto que se elabora en el Valle del Salnés, en la zona de las Rías Baixas, y que tiene un sabor fresco, frutal y elegante. En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre este vino: su composición, su valor nutricional, su precio, su forma de consumo y sus beneficios.

¿Qué es el Albariño Castiñeira?

El Albariño Castiñeira es un vino blanco que se elabora con la variedad de uva albariño, una de las más reconocidas y apreciadas de Galicia. Este vino pertenece a la denominación de origen Rías Baixas, que se caracteriza por producir vinos blancos de gran calidad y expresividad. El Albariño Castiñeira se produce en la bodega Lagar de Pintos, una empresa familiar que lleva cuatro generaciones dedicada al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos con respeto por la tradición y la cultura gallega.

¿Qué beneficios tiene beber este vino?

Beber este vino tiene varios beneficios para tu salud, siempre que lo hagas con moderación y responsabilidad. El vino es una bebida que aporta polifenoles, que son antioxidantes naturales que protegen las células del daño oxidativo. También contiene resveratrol, que es una sustancia que mejora la salud cardiovascular y previene el envejecimiento. Además, el vino tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo, la memoria y la creatividad.

Además, este vino tiene los beneficios específicos del albariño, que es una uva que tiene un alto contenido en ácido tartárico, que le da una acidez equilibrada y refrescante. También tiene aromas a frutas blancas, cítricos y flores, que le dan una complejidad y una elegancia únicas.

¿Cómo se consume este vino?

Este vino se puede consumir solo o acompañado de otros alimentos. Se puede tomar como aperitivo o como acompañamiento de platos de pescado, marisco, arroz o ensaladas.También se puede maridar con quesos suaves o postres ligeros. Se recomienda servirlo frío, entre 8 y 10 grados centígrados, y en copas amplias para apreciar mejor sus aromas.

Este vino se presenta en botellas de 75 centilitros cada una. Se recomienda conservarlo en un lugar fresco, seco y oscuro y consumirlo antes de dos años desde su cosecha.

¿Quién es Lagar de Pintos?

Lagar de Pintos es la bodega que produce este vino. Se fundó en 1999 con el objetivo de elaborar vinos blancos de calidad con la variedad albariño. Cuenta con unas instalaciones de más de 10.000 metros cuadrados y una plantilla de más de 200 trabajadores. Entre sus productos destacan el Albariño Castiñeira, el Albariño Lagar de Pintos o el Albariño Lenda.

Conclusión

El Albariño Castiñeira es un vino blanco que se elabora con la variedad de uva albariño en el Valle del Salnés, en la zona de las Rías Baixas. Es un vino fresco, frutal y elegante, que aporta polifenoles, resveratrol y ácido tartárico, beneficiosos para la salud. Se puede consumir solo o maridado con pescado, marisco, arroz o ensaladas. Se produce en la bodega Lagar de Pintos, una empresa familiar que lleva cuatro generaciones dedicada al cultivo de la vid y a la elaboración de vinos con respeto por la tradición y la cultura gallega. Si quieres probar este vino, lo puedes encontrar en los supermercados Mercadona por solo 8,99 euros la botella.

Campo Viejo: la bodega que hace vinos con alma de Rioja

Descubre la historia de la bodega Campo Viejo y su vino crianza 2017

¿Te gustan los vinos de Rioja? Entonces seguro que conoces la bodega Campo Viejo, una de las más reconocidas y premiadas de esta denominación de origen. Pero ¿sabes cómo nació esta bodega y cómo elabora sus vinos? En este artículo te contamos algunas curiosidades sobre la historia de Campo Viejo y su vino crianza 2017, un vino expresivo, aterciopelado y elegante que se puede disfrutar en cualquier ocasión.

Los orígenes de Campo Viejo

La bodega Campo Viejo se fundó en 1959 por dos enólogos riojanos, José Ortigüela y Beristain de Souza, que querían crear vinos de calidad con personalidad propia. El nombre de Campo Viejo hace referencia al lugar donde se ubicaba la primera bodega, un terreno que los romanos daban a los soldados licenciados como recompensa por sus servicios1. La primera añada de Campo Viejo fue en 1967 y desde entonces ha crecido hasta ser una de las marcas más vendidas y exportadas de Rioja2.

La nueva bodega: un ejemplo de sostenibilidad

En 2001 se inauguró la nueva bodega, diseñada para establecer un equilibrio armónico entre enología, arquitectura y sostenibilidad. La bodega está construida en gran parte bajo tierra para minimizar el impacto ambiental y aprovechar las condiciones naturales de temperatura y humedad. Además, cuenta con sistemas de ahorro energético, tratamiento de aguas residuales y reducción de emisiones de CO23. Campo Viejo fue la primera bodega española en certificar su huella de carbono por AENOR3.

El vino campoviejo crianza 2017: un vino con carácter

El vino campoviejo crianza 2017 refleja el origen, la experiencia y la curiosidad que caracterizan a la bodega. Es un vino elaborado con uvas procedentes de tres subzonas diferentes de Rioja: Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Baja. Cada una aporta unas características distintas al vino: la Rioja Alta le da suavidad, la Rioja Alavesa le da cuerpo y la Rioja Baja le da profundidad2. El vino se fermenta en depósitos de acero inoxidable a una temperatura controlada y luego se macera con los hollejos durante unos 12 días. Después se cría durante 12 meses en barricas de roble francés y americano y se termina en botella durante 5 o 6 meses más antes de salir al mercado2. El resultado es un vino expresivo, aterciopelado y elegante que tiene aromas frutales, especiados y tostados.

Cómo disfrutar del vino campoviejo crianza 2017

El vino campoviejo crianza 2017 es un vino versátil que se puede maridar con una gran variedad de platos. Algunas sugerencias son las carnes rojas, las aves, los quesos curados, las verduras asadas o las legumbres. También se puede tomar solo o con unos frutos secos como aperitivo. La temperatura ideal para servirlo es entre 16 y 18 ºC.

Salud

Muga 2016 reserva: un clásico riojano que se renueva sin perder su esencia

Muga Reserva 2016 de la edición especial para vinoselección Coleccion Thyssen. Es un vino tinto reserva de la D.O. Rioja, elaborado por Bodegas Muga con un coupage de 70% tempranillo, 20% garnacha, 7% mazuelo y 3% graciano1. Tiene una crianza de 24 meses en barricas de roble americano y un grado alcohólico de 14.5%. Es un vino que representa la complejidad, finura y elegancia de la Rioja más clásica, con una buena presencia frutal y notas especiadas. Su etiqueta muestra la obra Calle de Ruán (1884), de Paul Gauguin, que forma parte de la Colección Thyssen. Este vino se compró junto con la colección Thyssen por 100€ pasando a costar luego 150€. Tiene una puntuación de 4.4 sobre 5 en Vivino y ha recibido excelentes críticas de expertos como Tim Atkin, James Suckling o Robert Parker. La colección Thyssen es una iniciativa de Vinoselección y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza que reúne vinos de prestigiosas bodegas de Rioja y Ribera del Duero con etiquetas inspiradas en obras maestras de la pinacoteca. Cada año se lanza una edición limitada con diferentes vinos y obras. La última edición, la de 2022, incluye los siguientes vinos2: Viña Real Gran Reserva 2015. Bodega Viña Real. D.O.Ca. Rioja. Etiqueta con la obra El puente de Charing Cross (1890), de Claude Monet. Protos 5º Año Reserva 2015. Bodegas Protos. D.O. Ribera del Duero. Etiqueta con la obra El sueño (1932), de Pablo Picasso. Matarromera Prestigio 2017. Bodega Matarromera. D.O. Ribera del Duero. Etiqueta con la obra La mujer del sombrero rojo (1917), de Alexéi von Jawlensky.
He probado el Muga 2016 reserva con unos amigos y nos ha gustado mucho. Es un vino tinto de Rioja que tiene un color granate-rojo picota con buena densidad. Al acercar la copa a la nariz se perciben aromas de frutas rojas y negras maduras, pimienta negra, roble ahumado, café y menta. Al darle el primer sorbo se nota una entrada suave y elegante, con un buen volumen y una armonía entre la fruta y la madera. Tiene una estructura tánica potente y una acidez fresca que le dan equilibrio y persistencia. El final es largo y sabroso, con un toque especiado. Es un vino que refleja la tradición y la calidad de la bodega Muga, con un estilo clásico pero actualizado. Lo hemos maridado con un asado de cordero y ha sido una combinación perfecta. Un gran vino para disfrutar en buena compañía. Puntuación 84 puntos. Precio sobre 17 euros en la colección. Cercano a los 30 en compra única. Salud

El Secreto del Monasterio de Las Viñas, Viñas Viejas

Hoy un amigo nos pasa una historia sobre un vino que hemos probado... Monasterio de las Viñas, Viñas Viejas. Como nos ha encantado ... la compartimos con todos vosotros.
Había una vez un monasterio situado en el corazón de la D.O. Cariñena, donde se elaboraba un vino excepcional con las uvas de las viñas más viejas de la zona. El vino se llamaba Monasterio de Las viñas Viñas viejas y era un tinto reserva, con un color granate intenso, un aroma complejo y elegante, y un sabor potente y equilibrado. El vino tenía una crianza de 12 meses en barricas de roble francés y americano, que le aportaban notas de vainilla, coco y especias. El vino era el orgullo del monasterio y solo se producía en pequeñas cantidades, reservadas para las ocasiones especiales. Los monjes guardaban el vino en una bodega subterránea, protegida por una puerta de hierro y un candado. Solo el abad tenía la llave y el acceso al lugar. Nadie más sabía lo que había dentro. Un día, llegó al monasterio un viajero cansado y hambriento, que pidió asilo y comida. El abad lo acogió con generosidad y le ofreció una habitación y un plato de sopa. El viajero le agradeció su hospitalidad y le preguntó por el vino que se elaboraba en el monasterio. El abad le contó que era un vino muy especial, hecho con las uvas de las viñas más viejas de la zona, que tenían más de 50 años. Le dijo que el vino tenía una calidad excepcional y que solo se bebía en las fiestas religiosas o en las visitas ilustres. El viajero se quedó intrigado por el vino y le pidió al abad que le dejara probarlo. El abad se negó y le dijo que el vino era sagrado y que solo podía ser compartido por los monjes. El viajero insistió y le ofreció dinero
a cambio de una botella. El abad se ofendió y le dijo que el vino no estaba a la venta y que no podía comprarlo con oro ni con plata. El viajero se enfadó y le dijo que era un egoísta y un avaro, que guardaba el vino para él solo y que no sabía compartir. El abad se sintió herido por las palabras del viajero y le ordenó que se marchara del monasterio al día siguiente. El viajero aceptó a regañadientes y se fue a su habitación. Pero no se resignó a irse sin probar el vino. Por la noche, cuando todos dormían, salió de su cuarto y se dirigió a la bodega subterránea. Había visto al abad entrar allí por la tarde y había memorizado el lugar. Llevaba consigo una ganzúa y una linterna. El viajero llegó a la puerta de hierro y trató de abrir el candado con la ganzúa. No fue fácil, pero al cabo de unos minutos lo consiguió. Abrió la puerta con cuidado y entró en la bodega. Encendió la linterna y vio decenas de botellas de vino apiladas en estanterías de madera. Se acercó a una de ellas y leyó la etiqueta: Monasterio de Las viñas Viñas viejas Reserva 2018. Sonrió con satisfacción y cogió una botella. Pero antes de que pudiera salir de la bodega, oyó un ruido detrás de él. Se giró y vio al abad, que lo había seguido hasta allí. El abad estaba furioso y le gritó: ¡Ladrón! ¡Has profanado el santuario del vino! ¡Has cometido un sacrilegio! El viajero se asustó y trató de escapar, pero el abad lo agarró por el cuello y lo tiró al suelo.La botella se rompió en mil pedazos y el vino se derramó por el suelo. El viajero sintió un dolor agudo en la mano y vio que se había cortado con un trozo de cristal. El abad lo miró con desprecio y le dijo: ¡Mira lo que has hecho! ¡Has desperdiciado el mejor vino del mundo! ¡Has ofendido a Dios y a los monjes que lo han elaborado con tanto esfuerzo y dedicación! El viajero se arrepintió de su acción y le pidió perdón al abad. Le dijo que solo quería probar el vino y que no tenía intención de robarlo ni de dañarlo. Le dijo que estaba dispuesto a pagar por el daño causado y a hacer una donación al monasterio. Le suplicó que lo perdonara y que no lo denunciara. El abad se calmó un poco y se apiadó del viajero. Le dijo que era un pecador y que tenía que hacer penitencia por su falta. Le dijo que lo perdonaba, pero que tenía que cumplir una condición: tenía que ayudar a los monjes a cuidar las viñas viejas durante un año. Solo así podría redimirse y aprender a apreciar el valor del vino. El viajero aceptó la condición y se quedó en el monasterio como un obrero más. Durante un año, trabajó duro en las viñas viejas, podando, regando, vendimiando y pisando las uvas. Aprendió los secretos de la viticultura y de la enología, y se hizo amigo de los monjes. También aprendió a rezar y a meditar, y se sintió más cerca de Dios. Al cabo de un año, el abad le dijo que había cumplido su penitencia y que podía marcharse. Le dio las gracias por su trabajo y le regaló una botella de Monasterio de Las viñas Viñas viejas Reserva 2019. Le dijo que era el fruto de su esfuerzo y de su arrepentimiento, y que esperaba que lo disfrutara con respeto y gratitud. El viajero se despidió de los monjes y salió del monasterio con la botella en la mano. Se sintió feliz y orgulloso de haber cambiado su vida. Se prometió a sí mismo que nunca más volvería a codiciar ni a robar el vino ajeno. Se propuso compartir el vino con sus amigos y contarles su historia. Así termina la historia del Monasterio de Las viñas Viñas viejas, un vino con leyenda que cambió la vida de un hombre. Si tú también quieres probar este vino y conocer su historia, visita su página web oficial: https://www.monasteriodelasvinas.com/. Allí podrás encontrar información sobre el vino, la bodega, los premios y las opiniones de los clientes. También podrás comprar el vino online o encontrar el punto de venta más cercano a tu domicilio. No lo dudes más y prueba el Monasterio de Las viñas Viñas viejas, el reserva del Cariñena que te cautivará. ¡Salud!